20100316

Nazca, Perú


Me parece que las personas que visitan más el blog son los que nos saben euskera que los que saben (en verdad, no lo se) asi que, esta entrada está dedicada a todas estas personas que he conocido en esta etapa de mi vida, que aunque no saben euskera, saben de su existencia.

El viaje a Nazca fue el peor de todos sin ninguna duda. Un hombre me vendió el billete en micro desde Arequipa a Nazca por menos valor porque le había caído bien. Suerte por ese lado, pensé, pero no. Jamás tuve un viaje tan malo en todo el viaje. Diríamos que era un micro económico, claro está. El chico que estaba al lado mío, de Lima, olía muy mal. Dentro del micro hacía como mínimo 50ºC de calor, y las ventanas que se podían abrir no daban para airearme lo suficiente. El olor a humano, calor y virus era insoportable y para rematar el acomodamiento barato, no entraba en el asiento. Tenía que recostarme de lado y poner las piernas en el pasillo. El asiento por mucho que lo intentase con todas mis fuerzas, se reclinaba 2 grados, nada más. 9 horas de viaje, de noche, con todo este percal, despierta, agonizada, viviendo con miedo lo mal que conducía el chofer y deseando de que chocase con algo o nos cayeramos por un barranco para que se terminase lo que fue, mi peor viaje en micro de todo el viaje.

Llegué a Nazca a las 5 de la madrugada pero ya lo sabía. Mi plan era irme directamente al aeropuerto donde pudiese dormir hasta que empezasen los vuelos sobre las Líneas de Nazca. Era de noche, todo oscuro, lleno de personas agobiantes gritandote por todos los lados de que fueses con ellos al aeropuerto y que les comprases el vuelo por solo 60$ (dólares). Pero ya me habían avisado de que no pagase más de 50$, así que...pude resistirme a decir que sí. Estuve a punto de irme con una señora en su auto, dada mi situación de agotamiento, agonía, querer dormir, querer llegar a algún lugar cómodo y poder estar tranquila. Cuando estaba casi metiendo mi pierna a su auto, vi a una mujer en un colectivo que me dijo con su brazo repetidamente el gesto de que no, no fuese con esa mujer, y seguro de que con nadie más. Me di la vuelta y le dije que no, que iría sola al aeropuerto.



Sola, caminando entre gente desconocida y sin rumbo. Aca empieza una historia un tanto extraña, curiosa, de peligro y de suerte a la vez que duró como 2 horas y media. El momento en que más miedo he pasado en todo el viaje. No puedo contarlo por aca sin antes contárselo a mi querida madre (porque madre solo hay una y es mi mejor amiga). Pero como bien podéis ver, salí sana y salva y pude llegar al aeropuerto e incluso volar en avioneta de copiloto, al lado del piloto con cascos y todo!

Las Líneas son lindas y grandes pero...como se tuerce la avioneta! Y lo peor de todo es que una semana más tarde de que volase, hubo accidente y murieron un grupo de amigos chilenos...
35 minutos de vuelo y de movimiento estomacal. Gracias a que llevaba toda la noche y día sin comer y no tenía nada para echar.



Aca en la foto, una de las figuras de las que pude ver durante el vuelo. Mono, astronauta, formas geométricas, loro... si es que son de cuando dicen que son... cómo las hicieron? Son enormes e imposibles de hacerlas sin tener una vista desde el cielo. Esa es la cuestión.

El vuelo termino como a las 9 de la mañana. Del aeropuerto la misma dueña del aeropuerto, que era italiana, me llevo hasta la parada de los buses para partir rumbo a Ica. De Ica me agarré otro micro hacia Lima, otras cuantas horas sentada...y allá, en la ciudad más grande de Perú terminó lo que fue el días más peligroso y lleno de suerte de mi viaje.

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