20091124

UMSA, Argentina


Esto no es cine
Alejandra Portela

Esto no es cine. Es video arte. Tampoco es televisión. Entonces es cine.

Como ven, a la hora de explicar ciertas producciones audiovisuales, es como si se sobrevolara un viejo barrio desconocido: el de las indefiniciones.

Es que en el campo del video arte definir es el primer problema, todo parece estar por resolverse: categorías, escuelas, una historia posible, tópicos, hasta la propia situación de los artistas frente a su producción que parece divagar entre aquello que se construye sobre la memoria del aprendizaje, la reflexión y la emoción. ¿O viceversa?

Esta segunda muestra final realizada por alumnos de la UMSA, presenta por primera vez tres obras en esta disciplina. Se exhiben, en primer lugar, augurando un espacio de libertad y eso, para empezar, está muy bien. Luego, se presentan como una oportunidad: la de generar una zona de discusión en torno a técnicas que no son ni plásticas ni narrativas. Porque además, casi siempre, el video arte genera por muy mínimo que sea un lugar para discutir sobre el gusto, cosa que no es cuestión menor.

Insisto: esto no es cine tampoco es pintura, pero hay fragmentos, alusiones reconocibles modos en que la imagen opera o establece relaciones con los sonidos, por asociación, por difuminación, por pantalla dividida, por superposición, por choque de sentido. Montaje asociativo en Dream is Destiny de Amets Etxeberria Labaien, donde el sueño es caos biológico loopeado: cabello, baba, sangre, carne, irrumpiendo una y otra vez en una repetición donde nada se resuelve, como si el sueño fuera un modo distinto de entender el mundo: maravillándolo (como el cine). Los sonidos de Dream is Destiny son sugerentes, fragmentos de películas, voces en inglés, ruidos que patinan sobre la imagen molestándola, nunca explicándola.

Los videos de Amets Etxeberria Labaien, alumna de intercambio del País Vasco, fueron realizados en el marco de la Universidad del País Vasco en Bilbao, Leioa, (UPV-EHU).

Pantalla dividida en 1x4, también de Amets, cámaras de seguridad, cámara familiar, cámara turística, pantalla de tv. Las cuatro posibilidades son exploradas en un poco más de dos minutos, coloreadas desde el blanco y negro simulando la pantalla de control al color de la vida, al rojo furioso del filtro y vuelta al blanco y negro. En 1x4 Amets vuelve sobre un desorden ordenado, que apela al cuadrado, como si apelara al Windows: mientras espiamos. Trabajo sonoro que interpela: sierra, respiración, o quizás sean otra cosa.

Tejido de citas en los que toda imagen remite a otra imagen, ya no a la vida. Como dice Godard.

Más pictórica, la propuesta de Julia Orquera Bianco, El nido, se ajusta a una mayor intención narrativa, que se relaciona directamente con la canción "The nest", de José González, a la vez que explora la imagen digitalizada en photoshop con fotos y dibujos inspirados en Friedrich, saturando los colores, refiriendo a objetos conocidos, animación en windows movie maker. Ejercicio de Julia, en el marco de la materia "Nuevas técnicas y tendencias" de la carrera de Artes Visuales: una construcción poética introspectiva como la voz que la recorre.

Los intersticios que permitieron la posibilidad de apreciar estos trabajos en el marco de esta muestra anual, tienen que ver también con el lugar cada vez mas consolidado de este modo de producción simbólica: allí lo ritual se vuelve mucho más prístino: entramos a un vientre luminoso y violento donde no estamos del todo cómodos. No es la butaca del Arteplex. Esto no es cine. Y eso también está bien.

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